Le agradecí al Chori por el ascenso a Primera”

Erik Lamela, Gallina sufrido, cuenta que se cruzó a Domínguez y le dio las gracias por la gesta en la B. Le sorprendió que no los tuvieran más en cuenta a él y a Cave, pero prefiere no tocar el tema. Cómo vivió la campaña desde Italia el crack que se codea con Totti y sueña con la Selección.

-En River-Almirante Brown había un pibe con buzo de canguro, encapuchado, detrás de uno de los arcos saltando de alegría en los festejos. ¿Lo conocés? -Ja, puede ser, puede ser... Uno que juega bien, ¿no? Ja, no, es cierto: era yo. La verdad es que no me pude contener y tuve que ir a la cancha a alentar. Yo ya estaba de vacaciones y, obvio, lo primero que pensé fue que tenía que acompañar a todos los muchachos en el ascenso. Así que ahí estuve, y después me metí con ellos al vestuario a felicitarlos, hicieron un esfuerzo bárbaro.

-¿Cómo viviste la campaña desde Italia? -Como un hincha más, imaginate. Siempre mirando los partidos cuando los podía enganchar. La verdad es que por momentos se sufrió muchísimo. Sobre todo al final, los últimos partidos estuve muy nervioso. No se pudo ganar en Santa Fe y fue un golpe durísimo. Pero estuve siempre ahí, al lado de mis ex compañeros. Estoy muy contento por todos ellos.

-¿En algún momento tuviste miedo de pasar otro año en la B? -Nooo. La confianza la tuve siempre. Pero bueno, fue muy dificil. La presión de volver a Primera nos jugó un poco en contra por momentos, pero bueno, ya está, ya estamos donde siempre debimos estar.

-Hablás en primera persona: “Nos jugó en contra”, “debimos estar”. Como si todavía estuvieras en el club...

-Ja, ja, es verdad. Y sí, obviamente me siento un poco parte. Tengo muchos amigos en el equipo, soy hincha y, con todo lo que quiero al club, hablo como si yo hubiese jugado. Porque, de alguna manera yo jugué esos partidos, los viví con mucha intensidad desde afuera, como toda la gente de River. El descenso fue un golpe durísimo para mí, entonces también necesitaba volver a ver al equipo en Primera sí o sí.

-¿Hablabas con tus ex compas vía Roma? -Sí, sí. Siempre traté de apoyar desde Italia. Y no sólo hablaba con mis ex compañeros, sino también con dirigentes, cuerpo técnico. Tengo muchísimos amigos en el club. Los mejores son Cirigiliano, que la rompió este año, González Pirez, que también tuvo una gran temporada y hasta terminó jugando, muy firme, y el Keko, que también fue súper importante con goles clave. Con ellos fue con los que más hablé: jugamos juntos desde los siete años, imaginate.

-¿En la A cómo la ves? -Y, hay un gran plantel. Seguramente peleará cosas importantes en Primera, como debe ser.

-Un gran plantel sin el Chori Domínguez ni Cavenaghi. Inevitable no preguntarte por ellos y su salida sin preaviso. ¿Te sorprendió? -Sí, pero no quiero hablar de eso, ahora prefiero pensar en que volvimos a Primera y estoy contento con eso: prefiero no opinar de cosas que no sé.

-Hace un par de días compartiste cancha con el Chori en el amistoso de la Fundación PUPI. ¿No hablaste del tema? -No, al Chori le agradecí por el ascenso, obvio. Es un jugadorazo y me encantó compartir la cancha con dos ídolos, como él y el Burrito Ortega.

-¿Qué onda tu primer año en Europa? -Muy bueno. Al principio no entendía nada, ja, es todo muy diferente, viste, pero después me fui soltando y la verdad es que me sentí muy bien, pude jugar. Disfruté mucho en la Roma y aprendí muchísimo, así que me sirvió como experiencia. Esta temporada espero que sea mejor aún.

-Totti te adoptó de entrada, ¿no? -Sí, sí, Totti es un fenómeno. De alguna manera me apadrinó cuando llegué, ja. Tiene muy buena onda, es humilde, un genio. Y con los argentinos del plantel también me llevo bárbaro. Por suerte hay varios, ja.

-Sabella ya te tuvo en cuenta y te llamó alguna vez para la Selección. ¿Sentís que estás para ser parte estable de las convocatorias? -Tranquilo, soy chico y me falta muchísimo todavía. Tengo que ir de a poco y seguir aprendiendo. Pero obviamente que estar en una convocatoria al lado de esos cracks, para mí, fue lo máximo. Me pusé muy contento cada vez que aparecí en una de las listas y es un sueño ser parte estable de la Selección, como todo jugador. Pero hoy no pienso en eso: si hago las cosas bien en Italia a lo mejor se me da esa posibilidad.

ole

Grande pendejo, tenes un futuro y la madre.. lastima que ubo que venderte, si no no venia nadie..