Un grito de Corazon

Racing sigue gozando por los dos goles de Sand y por la victoria contra Independiente, que sufre por el juego y por el promedio. El Cilindro explotó de alegría y mirá cómo la gente gastó en las tribunas al rival de toda la vida.

Y mirá vos a Sand, afónico de tanto gritar. El mismo delantero cuestionado por los dos penales errados en su debut y goles fallados en la final de Copa Argentina. Miralo vos al Pepe transformándose en la figura del clásico con un gol en cada tiempo, ratificando su paternidad personal con el Rojo. Mirá vos el Cilindro, soleado y exultante, lleno de felicidad. Es que el duelo de barrio esta vez fue de Racing y entonces la Academia armó su gran fiesta gran, que alegró este fin de semana largo. Mucho canto, mucho grito de corazón y también cotillón, como esos fantasmitas blancos que aparecieron por las tribunas gastando al rival de siempre, en este arranque de temporada que lo tiene en descenso directo. "Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta, se va a la B" y "se van para la B, se van para la B" fueron los hits en uno de esos partidos que dejan su huella, para lo bueno y para lo malo. Seguro que Sand deberá seguir respondiendo, tanto como que pegó un zarpazo. Lo mismo que Zubeldía, que ahora es líder-invicto y va a tener más tranquilidad para trabajar.

La alegría propia, claro, se potencia muchas veces con el infierno del rival. Y es en este caso lo que le pasa a Independiente, que sufre por el juego y por el promedio, más allá de todos los refuerzos que trajo. Y es lo que generó la reacción del presidente Javier Cantero, quien en caliente se hizo responsable como cabeza del club pero advirtió que "no puede ser que creemos tan pocas situaciones de gol, me preocupa. Si perdemos, perdemos; pero se tiene que jugar como manda la historia de Independiente". La Academia le dio una paliza después de que, otra vez, no generara ni una chance de gol.

Hubo fiesta en el Cilindro, total. La que podés ver en el video de Olé, con la gente cantando y festejando a full. Porque la Acadé se ilusiona entre tanto refuerzo. Se ilusiona con el pibe Centurión y con el despertar de Sand, que de noche seguía contando, feliz, cómo se dieron sus dos goles. De yapa, se ríe del rival de toda la vida, al que le dio otro empujoncito al infierno.

Fuente: http://www.ole.com.ar/racing/infierno_0_758324484.html